Algo en lo que he estado pensando recientemente es que no es realmente fácil ser un rescatista de animales.
La mayoría de las veces, te sentirás desconsolado al presenciar la pura crueldad animal en los perros que rescates.
A veces, tendrán heridas leves junto con hambre y sed, mientras que otras veces, sentirán un dolor intenso y simplemente rogarán a alguien que los ayude.
En esta historia, hablaremos de un perro que tenía la cara regordeta porque la cadena que le rodeaba el cuello estaba demasiado apretada.
Cuando una voluntaria que trabaja para RAD Rescue conducía por una de las carreteras de California, notó que había un perro cerca.
Detuvo su auto, fue a echar un vistazo y notó que, por alguna razón, él tenía una cara muy regordeta.
Tras una inspección más cercana, la razón quedó clara. El voluntario escribió en una publicación de TikTok: “Tenía la cabeza increíblemente hinchada por tener una cadena apretada alrededor del cuello”.
Ver este nivel de crueldad animal en un pobre perro es realmente desgarrador ya que él no había hecho nada para merecerlo.
Cuando se hizo evidente que necesitaba ayuda rápidamente, la voluntaria lo atrajo a su auto con un poco de pollo.
El perro, ahora llamado Chunk the Hunk, ya estaba a salvo con ella y se dirigían a la clínica veterinaria más cercana en California para que pudiera hacerse un chequeo completo.
No parecía estar demasiado preocupado y parecía que simplemente estaba disfrutando el viaje a pesar de que probablemente sentía mucho dolor.
Afortunadamente, el veterinario dijo que su cabeza hinchada era muy tratable y que se recuperaría en poco tiempo con el tratamiento adecuado.
Es sorprendente ver cuánto pudo recuperar Chunk en tan poco tiempo.
Cuando ya estaba mucho mejor, su salvador pensó que era necesario ayudarlo a aprender a disfrutar de las cosas, ya que había pasado la mayor parte de su vida encadenado.
Chunk estaba aprendiendo muchas cosas nuevas y empezó a mostrar mucho más su personalidad extrovertida. Había llegado el momento de ayudarlo a encontrar su nueva familia.
La búsqueda no fue fácil, pero los trabajadores de RAD Rescue no pensaban rendirse hasta encontrar a alguien.
Fueron pacientes y no dejaron que nada detuviera su espíritu. En solo unos meses, Chunk encontró su hogar definitivo y ahora está viviendo su mejor vida, gracias a su increíble salvadora.