Margie Morris es la directora de una organización que ayuda a los gatos sin hogar en Mobile, Alabama, llamada Rescate Animal Project Purr. Morris está acostumbrada a recibir gatos que son abandonados o dejados en las puertas del refugio para que puedan recibir cuidados hasta encontrarles un hogar.
Un día, al llegar a la organización, Morris se encontró con algo peculiar que la dejó sorprendida: un pitbull que habían dejado atado en el estacionamiento del refugio. La chica confiesa que estuvo en shock los primeros minutos, no sabía qué hacer con el pequeño. “Mi reacción inicial fue: ‘¿Dónde voy a mantenerlo?'”
El pitbull no estaba solo, lo acompañaba una camita, un tazón de agua y una bolsa de comida para perros mientras se mantenía atado en un poste telefónico esperando a que un buen samaritano lo rescatara.
“Me sentí mal porque lo habían dejado. Creo que la persona que lo dejó realmente no podía mantenerlo, pero quería que lo ayudaran. Estaba bien alimentado”, dice Morris.
Debido a que el refugio de gatos es muy pequeño, Margie Morris no pudo poner al pitbull dentro del albergue para gatos. Margie explica que “fue difícil no llevarlo a nuestro establecimiento pero es que tenemos de 90 a 100 gatitos y no hay espacio para un perro”.
Morris tuvo que buscar otra solución; lo primero fue ponerle un nombre y ella decidió llamar al lindo pitbull “Ranger”, le tomó fotos y las publicó en las redes sociales para difundir la información del can y para generar interés en las personas. Luego, ella misma se encargó de trasladarlo al refugio para perros de la ciudad y los empleados de ese establecimiento prometieron cuidar de él.
Gracias al mensaje publicado por Proyecto Purr en su página de Facebook, el cual fue bastante compartido, se pudo captar la atención de muchas personas. No pasó mucho tiempo desde que se publicó la información de Ranger para que muchos ofrecieran su ayuda; entre esas personas se encontraba la rescatadora Ginny Leclair, quien se conmovió con la historia de Ranger.
Sacaron a Ranger del refugio para perros, lo llevaron al veterinario donde fue esterilizado, vacunado y también tratado por una tiña que padecía; después Ginny Leclair se lo llevó a casa en Navarra, Florida.
Leclair confiesa que estuvo preocupada por el comportamiento agresivo que tuvo Ranger hacia otros perros. Ella dice que se debe a que es un perro de unos 2 años y que la convivencia con otros perros no fue habitual en su crecimiento.
“Tenía mis dudas al principio acerca de su disposición y temperamento, pero al tercer día me dije: ‘Espera un minuto. Necesita entrenamiento. Necesita saber quién está a cargo. Había que disciplinarlo. Ranger necesita saberlo. Oye, yo te pertenezco. Tú estás a mi cargo. Esto es lo que vamos a hacer'”, dijo Leclair.
Ahora en Proyecto Purr Animal Rescue están muy contentos con la evolución que ha tenido Ranger en su nuevo hogar porque, con disciplina, atención y mucho amor, Ranger mejoró rápidamente. Además, Leclair añade que: “Lo está haciendo mucho mejor”.
El comportamiento de Ranger ahora es el de un perro muy educado que no busca problemas ni con otros perros ni con las personas; en su lugar, se muestra muy juguetón. Una muy buena noticia sobre cómo el destino de un perro puede cambiar con un poco de amor.
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