No es común encontrarnos en situaciones en las que debamos tomar decisiones para ayudar a un animal a tener mejores oportunidades en la vida.
Sin embargo, cuando se presente la ocasión, deberíamos estar dispuestos a ayudar. No siempre requiere grandes esfuerzos, pero es importante intentarlo.
Esta pequeña acción podría tener un impacto positivo en sus vidas. Podría darles la voluntad de seguir adelante y, quizás, incluso la oportunidad de vivir una vida normal.
En esta historia, presenciaremos un ejemplo en el que un rescatista recibió una llamada sobre un perro desnutrido cerca de una carretera y tuvo que acudir en su ayuda.
Después de responder al llamado, los rescatistas lograron localizar al perro y quedaron impactados por su estado.
Estaba tan desnutrido que sus huesos eran visibles y su pelaje casi había desaparecido. El pobre cachorro estaba tan débil que apenas podía moverse. Fue realmente desgarrador.
Había un pequeño refugio donde se refugiaba, lo cual lo protegía del calor y del frío mientras permanecía allí.
De todos modos, sus rescatistas ahora harán todo lo posible por brindarle una nueva oportunidad. Una de ellas tomó al perro en brazos y lo colocó en una jaula.
Se emocionaron tanto al ver al perro en ese estado que lloraron al darse cuenta de todo lo que había pasado solo.
Luego, los rescatistas lo llevaron rápidamente a la clínica más cercana para ver si los veterinarios podían hacer algo para ayudarlo. Quedaron completamente desconcertados por su apariencia.
No perdieron tiempo. Los veterinarios le hicieron un chequeo completo y revelaron que tenía sarna y parásitos. Estaba gravemente desnutrido y deshidratado, pero podían solucionarlo.
El perro, ahora llamado Lancris, fue sometido a una dieta estricta para ayudarlo a recuperar su peso. Tenía que comer muchas comidas pequeñas durante el día.
Esto continuaría hasta que alcanzara un peso relativamente seguro y luego podría continuar con algunas comidas más abundantes.
Después de que los veterinarios aseguraron que el perro se recuperaría, dieron de alta a Lancris de la clínica y ahora estaba bajo el cuidado de su increíble salvadora.
Ella lo llevó a su hogar y observó atentamente cómo se recuperaba, lenta pero seguramente.
Su nueva cuidadora también se aseguró de tratar sus problemas de piel para que su pelaje pudiera volver a crecer normalmente.
Los días pasaron y su salvadora hizo todo lo posible para ayudarlo a recuperar fuerzas para volver a caminar. Incluso lo animó a intentar moverse por su cuenta; sin embargo, todavía era un poco temprano.
Después de 10 días, ahora era capaz no sólo de moverse, sino también de correr, y aprovechaba cada oportunidad que tenía para hacerlo.
Aunque todavía está en el camino hacia la recuperación, está logrando un progreso sorprendente y su salvadora estará allí para ayudarlo en cada paso del camino para asegurarse de que esto suceda.
Si bien no sabemos qué sucederá a continuación en la historia, no tengo dudas de que Lancris está disfrutando de su nueva vida y aprovecha cada oportunidad para correr y explorar nuevos entornos.