Atenea fue empujada desde un auto con una cadena larga aún alrededor de su cuello. Su cuerpo estaba cubierto de heridas, y junto a ella había una caja que arrojaron. Este es un sendero desierto con pocos visitantes, pero un granjero cercano vio todo lo que sucedió.
Las garrapatas gigantes cubrían su cuerpo, y otras heridas abiertas estaban gravemente infectadas, especialmente en su cara, donde había miles de gusanos. La cadena estaba oxidada y apretada. Todo estaba realmente más allá de nuestra imaginación.
Los médicos la esterilizaron y le aplicaron medicamentos, pero su estado era crítico. Su delgadez era alarmante y las heridas le causaban mucho dolor. Cirrosis, metritis y sarna se sumaban a sus problemas de salud, y ella lloraba constantemente esos días.
El doctor reveló que había dado a luz a muchas camadas, lo que había afectado gravemente su salud. Encadenada por mucho tiempo en condiciones terribles, Atenea había sido abandonada cuando su estado empeoró. Su miedo a los ruidos fuertes revelaba el horror de su vida anterior.
Pero su recuperación fue notable. No solo su cuerpo, sino también su alma se curaron. Ganó confianza rápidamente y su sonrisa conmovió a todos. Pronto, pudo dejar atrás su vida de sufrimiento para comenzar una nueva, llena de amor y cuidado.
Atenea, la valiente sobreviviente, ahora puede disfrutar de una vida hermosa y feliz. Sus cicatrices son prueba de su coraje, y esperamos que su historia inspire a muchos. Gracias por acompañarnos en este viaje junto a Atenea.