Es un verdadero milagro que Lucy siga con vida hoy. Hace aproximadamente tres meses, la encontraron en un sitio de construcción en Bali, donde vivían muchos perros, pero desaparecieron. Lucy se sorprendió cuando su salvador se dio cuenta de ella. Un hilo de pescar estaba enrollado alrededor de la nariz de la pequeña cachorra, lo que indicaba que había sido capturada para el comercio de carne de perro y estaba lista para ser vendida y sacrificada como alimento. El salvador de Lucy actuó con prontitud y la llevó rápidamente al veterinario para recibir atención urgente.
Lucy fue encontrada con un hilo de pescar enrollado alrededor de su hocico, cortándolo severamente. Se cree que el desafortunado perro estaba destinado a las atroces y crueles granjas de carne.
Posteriormente, Lucy fue llevada al veterinario, donde le quitaron el hilo de pescar y finalmente estuvo a salvo, aunque no fuera de peligro. Debido a que tenía una terrible enfermedad llamada parvovirus, los médicos le ofrecieron una probabilidad de supervivencia del 50/50. Encontramos a una pobre perrita atada con un hilo de pescar, la salvamos y la ayudamos a salir.
Lucy finalmente estaba en un lugar seguro. Sin embargo, aún no estaba fuera de peligro. Fue diagnosticada con el letal parvovirus y los veterinarios le dieron una probabilidad del 50/50 de sobrevivir. Fue difícil durante unos días, pero después de dos semanas, Lucy comenzó a mostrar signos de mejoría y se le permitió ser colocada en un hogar de acogida. Después de solo un día, comenzó a actuar de manera anormal y dio positivo en la prueba de moquillo, como si no hubiera pasado por lo suficiente. No creíamos que Lucy lo lograría, a pesar de su fuerza. El parvovirus había destruido su sistema inmunológico y ya estaba piel y huesos cuando la encontramos.
Lucy comenzó a recuperarse después de mucho trabajo duro y muchas enfermedades diferentes, pero no confiaba en los humanos en absoluto.
Pero ella se defendió. Le alimentamos con una jeringa caldo de huesos cada pocas horas y le brindamos todo el amor y cuidado que pudimos porque no tenía apetito. Lucy había logrado una recuperación física completa y ahora estaba lista para comenzar su camino de curación emocional. Ella guardó silencio y nunca hizo contacto visual con nadie desde el momento en que fue rescatada. Se acurrucaba en un rincón de su perrera durante horas y apenas salía para ir al baño. Debió haber pasado por muchos traumas antes de que la encontráramos: no tenía fe en los humanos.
Lucy gradualmente comenzó a recuperarse de su trauma con la ayuda de veterinarios, padres adoptivos y muchas otras personas.
Lucy ha estado viviendo con Prue, la creadora de Missión Paws’ible, durante los últimos meses y ha mostrado mejoras increíbles. Aún está cautelosa, pero está volviendo gradualmente a ser una perrita alegre y activa. Adora correr y jugar con sus amigos de cuatro patas, y disfruta tomando baños de sol. Incluso sube al sofá y duerme cerca de sus amigos, algo que nunca hizo al principio.
Ha recuperado la confianza en las personas y otros animales.
Lucy ejemplifica cómo un poco de paciencia y mucho amor pueden llegar muy lejos. Espera tener un futuro maravilloso y feliz y está buscando su hogar para siempre. Actualmente, Missión Paws’ible está construyendo el Centro de Sanación, una clínica que proporcionará a mascotas como Lucy un lugar seguro para descansar y sanar. Comidas naturales crudas, masajes terapéuticos diarios con aceites para perros sin pelo, música de terapia animal, conexión uno a uno con las personas y mucho sol serán parte de sus tratamientos.
Lucy es el epítome de cómo el amor y la paciencia pueden llevar muy lejos y salvar una vida.