Cuando me acerqué a Libby por primera vez, las cicatrices y el dolor tallados en su cuerpo despertaron en mí una gran compasión. Decidido a brindar consuelo y apoyo, prometí solemnemente estar presente para las almas, sin importar lo aterradoras que pudieran ser.
A las 3 de la tarde, Libby comenzó una serie de pruebas en la clínica veterinaria mientras el personal y yo discutíamos su condición. Los exámenes durarían horas, pero la dulzura y resistencia inquebrantables de Libby alimentaron nuestra determinación de hacer todo lo posible durante este tiempo soleado.
Las palabras del médico tocaron mi corazón. Notó que, a pesar del peso de su sufrimiento, Libby aún podía mover su cola, un testimonio de su fuerza inquebrantable. Pero cuando nos enteramos de que Libby tenía un melanoma terminal, el corazón se nos hundió.
Aunque la noticia ha sido desalentadora, el médico nos aseguró que Libby no está experimentando dolor de estómago en este momento y está muy tranquila. Llevamos a Libby a casa, decididos a que cada día que pase sea lo más cómodo y feliz posible para ella, y le recetamos medicamentos para aliviar sus síntomas.
Cada mañana nos recibe Libby, un símbolo vivo de optimismo y verdadero amor por la vida. Ella persevera todos los días con un espíritu fuerte, sabiendo que tiene un equipo de médicos y enfermeras dedicados a su lado, listos para apoyarla en cada paso del camino.
Para Libby, hemos sido capaces de participar en una celebración de la vida, valorando el regalo y aceptando las cosas legítimas que puedes presentar y enfrentar.
Sin embargo, surgió una situación difícil cuando su espalda se hinchó significativamente y requirió cirugía inmediata. Los médicos le dieron dos opciones: la eutanasia para salvar más vidas o la amputación para que pudiera seguir viviendo con dolor.
Elegimos esta última opción porque creemos que Libby merece más tiempo para experimentar alegría y felicidad.
¡Además, Libby ha prosperado como una niña antes! Mira su rostro radiante, inmersa en la celebración de su propio cumpleaños, una novedad para esta incondicional. Intento crear nuevos momentos de alegría para ella todos los días, valorando nuestro tiempo juntos.
Mientras Libby esté conmigo, prometo llenar su vida de alegría y aventuras, explorando nuevos lugares y creando recuerdos para atesorar.
El viaje de Libby nos enseña el valor del amor, el coraje y el apoyo inquebrantable en medio de la adversidad. Ella sirve como un ejemplo de que aún se puede abrazar la vida con alegría y optimismo, incluso en sus mejores momentos.
Libby tocó los corazones de muchas personas a través de su resiliencia, inspirándonos a valorar cada momento precioso y a las personas que nos acompañan.
Juntos, celebremos la extraordinaria historia de Libby, honremos su espíritu y generemos conciencia sobre la importancia de la compasión y el apoyo a los animales que luchan contra el cáncer.
Que la historia de Libby encienda una llama de esperanza en todos nosotros, recordándonos que el amor y la dedicación pueden convertir los días más oscuros en días llenos de luz y felicidad.