Los perros aman a sus dueños sin límites, y merecen ser correspondidos de la misma manera.
Sin embargo, innumerables caninos experimentan el dolor del rechazo. Sus dueños los abandonan, ignorando sus preciosos sentimientos y la profundidad de su amor.
A pesar de ser abandonados, los fieles caninos siguen esperando a sus dueños en el mismo lugar donde los dejaron.
Un adorable perro que fue abandonado en un paso elevado también estaba esperando a su dueño. Miraba a lo lejos con una expresión nostálgica y triste.
El leal canino no perdía la esperanza de ver a su dueño regresar por él.
Un Buen Hombre Decide Ayudar
Un día, un hombre que pasaba por ahí notó a un cachorro solitario y triste sentado en el paso elevado.
Después de verlo en el mismo lugar al día siguiente, el bondadoso humano se dio cuenta de que el perro estaba esperando a alguien.
Una vez que el hombre descubrió que el perro no se había movido de su lugar durante un mes, se sintió con el corazón roto. Sabía que tenía que ayudar al cachorro.
El buen hombre comenzó a llevarle comida, pero el cachorro estaba reservado y tímido. Se alejaba cada vez que el hombre se acercaba.
El hombre siguió viniendo todos los días, tratando de ganarse la confianza del canino.
El cachorro comenzó a mover la cola. Aunque parecía feliz de ver al amable humano, no le permitía acariciarlo.
En el cuarto día, el cachorro parecía aún más amistoso que antes, pero aún mantenía su distancia.
Cuando vio que el perro comenzó a comer la comida que le daba, el hombre decidió capturarlo.
El momento en que tocó al perro por primera vez, el canino se congeló de miedo.
Un Cachorro Se Muda Con Su Rescatista
El hombre lo recogió y lo llevó a casa. Deseaba ganarse el corazón del perro y convertirse en su papá.
Al llegar a la casa de su rescatista, el perro se sintió abrumado por el miedo. Sus dulces ojos estaban llenos de tristeza mientras seguía mirando al suelo. Se negó a comer o beber.
El hombre lo recogió y lo llevó a casa. Deseaba ganarse el corazón del perro y convertirse en su papá.
Al llegar a la casa de su rescatista, el perro se sintió abrumado por el miedo. Sus dulces ojos estaban llenos de tristeza mientras seguía mirando al suelo. Se negó a comer o beber.
El nuevo papá del perro seguía dejándole comida y hablándole, con la esperanza de que finalmente lo aceptara.
Un par de días después, el canino comenzó a mover la cola.
El hombre se sintió aliviado después de ver que el perro comenzó a comer en secreto.
Poco a poco, el perro comenzó a darse cuenta de que su nuevo dueño tenía un buen corazón. El cachorro sintió que podía confiar en él, y dejó ir su miedo.
Su nuevo papá lo llamó Pequeño Amarillo.
Encontrando Un Amor Inmenso
Los ojos del perro se llenaron de esperanza, y la tristeza desapareció de su adorable rostro. Pequeño Amarillo estaba todo sonrisas.
Quería estar al lado de su dueño todo el tiempo. Cada vez que su papá llegaba a casa, Pequeño Amarillo lo esperaba en la puerta.
El cachorro olvidó a su anterior dueño, quien lo rechazó, y comenzó a llenar de amor a su nuevo papá. Pequeño Amarillo disfrutaba acurrucarse con él.
El encantador perro estaba en la gloria porque tenía un nuevo hogar y un dueño que lo adoraba.
Tres meses después de adoptarlo, el papá de Pequeño Amarillo lo llevó al mismo paso elevado donde lo encontró. El perro se detuvo de inmediato. Todavía recordaba el lugar donde una vez fue abandonado.
El papá del canino lo abrazó y le prometió que nunca más sería abandonado.
El cachorro vive su mejor vida. Pequeño Amarillo y su papá hicieron muchos viajes juntos. Tuvieron un tiempo maravilloso y disfrutaron haciendo nuevos recuerdos.